21 sept 2012

Exteriores vincula Canarias a la droga para pagar a Al Qaeda

MADRID Canarias estaría sirviendo de puente para el tráfico de drogas cuyos beneficios están destinados directamente a la financiación de los grupos terroristas que están actuando en la guerra de Mali y cuyo objetivo sería contar con un estado propio en esa zona del Sahel, según aseguró ayer en el Congreso de los Diputados el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, durante una comparecencia para explicar la situación en esa región del África Occidental, cuya desestabilización puede llegar, "si la situación no cambia, a que Europa se encuentre con que su frontera sur la constituya Al Qaeda y grupos de similares características".

El ministro explicó su preocupación por el deterioro de la zona en los últimos meses y vinculó claramente la actividad de los grupos terroristas que intervienen en el conflicto del norte de Malí con el paso de droga por los aeropuertos canarios.

Durante su intervención en la comisión de Exteriores, a la que acudió a explicar la decisión de retirar a los cooperantes de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) el pasado mes de julio, GarcíaMargallo recordó que "hace solo unas semanas se detuvo un avión en Canarias con destino a Malí con más de 2.500 kilos de cocaína" procedente de Venezuela. "Es decir, aquí se está mezclando todo porque puede haber una necesidad de financiación para lo que pueda venir desde fuera", en relación con las intenciones de Al Qaeda y sus grupos afines en esos territorios –el Movimiento para la Unidad y la Yihad de África Occidental (Mujao), o Ansar Al-Dine – de romper al actual Estado maliense e instaurar allí uno propio.

Cercanía

Es el segundo día consecutivo que el titular de la diplomacia española vincula directamente a Canarias con la situación en el Sahel tras haber declarado el pasado miércoles en Barcelona que "el sueño cumplido de Al Qaeda de tener un Estado propio que no se concretó en Somalia y que se intentó en Afganistán, ahora se nos ha desplazado a 1.300 kilómetros de Canarias a través de países en plena ebullición". Aunque en esta ocasión no mencionó el Archipiélago para recordar su distancia de esa zona, sí lo hizo para colocarlo como territorio de paso de la droga que sirve para financiar las actividades terroristas en el Sahel.

Sin querer utilizar "términos innecesarios", el ministro presentó un panorama preocupante y aseguró que está en la agenda del Gobierno en su acción internacional a través de la ONU, en cuya Asamblea General el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se estrenará el próximo día 26 y donde expondrá la preocupación española por la situación en esta región africana.
"Esta es la situación más peligrosa y perentoria que se va a abordar en España" en el próximo futuro en materia internacional, según el ministro.
Explicó que "grupos terroristas venidos desde el exterior de Malí han tomado una parte en las operaciones militares contra las fuerzas armadas malienses" y recordó el informe expuesto recientemente por el presidente francés, Françoise Holland, tras una reunión con embajadores de la zona: "En el Norte de Malí se ha constituido una entidad terrorista que así se autoproclama y que busca desafiar nuestros intereses, nuestros valores y nuestra gente. Hoy, esos grupos terroristas y fundamentalistas campan por el norte de Malí y quieren extender su radio de acción a todo el África Occidental"

El ministro relató que hay dos escenarios posibles en la evolución de la crisis: el primero, que los movimientos más moderados que se han levantado en Malí lleguen a un acuerdo con el gobierno del sur para establecer un país único, integrado de inspiración islamista, "que sería la más favorable porque ese bloque podría combatir en mejores condiciones los movimientos terroristas con perfiles más peligrosos", como Al Qaeda.

La segunda hipótesis, parece que con posibilidades de éxito, sería que el Movimiento de Liberación Nacional de Azawuard, el Mujao, Ansar Al-Dine, que según el ministro "han conseguido reclutar en los últimos tres meses más de 6.000 personas y que disponen de medios financieros", se hagan del todo con el norte de Malí y que desde allí "tengan una plataforma desde la que puedan lanzar sus acciones terroristas a todo el norte de África incluidos los campamentos saharauis de Tinduf".

Ante esta perspectiva, Estados Unidos y aliados europeos, entre los que se encuentra España, tienen ya avanzado un plan de intervención en el que las bases militares canarias jugarían un papel fundamental. Tanto el Arsenal como la Base Aérea de Gando servirían de apoyo logístico a los contingentes navales y aéreos.

Según el plan elaborado por la Comunidad de Estados de África Occidental (Cedeao), las fuerzas internacionales no intervendrían directamente sobre el terreno. Esa parte de la misión quedaría en exclusiva para la fuerza militar de 3.300 soldados africanos que la Cedeao ha ido reclutando y adiestrando en los últimos meses con esta finalidad.

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