27 jun 2012

Un tratamiento promete hacer crecer los pechos... ¡A los golpes!

¿Miedo al quirófano? ¿Pánico al bisturí? Entonces, la solución para las mujeres de busto pequeño que sueñan con un escote de infarto está en Tailandia. Una esteticista de Bangkok promete la solución a cachetazo limpio. El dato: el gobierno de ese país avala y autoriza el tratamiento. Conocelo.

¿Qué mujer no soñó con lucir un buen escote? Las revistas y la televisión se empeñan en mostrar chicas “perfectas”, con curvas ideales y un busto –la mayoría de las veces- exagerado. Pero son los modelos a seguir, la ropa les sienta bien y los hombres adoran esa voluptuosidad frontal que las caracteriza.

Pero la naturaleza a veces parece no ser sabia y son escasos los casos en los que, sin esfuerzo alguno, los pechos tienen la forma y el tamaño (abundante) tan deseado.
Tras años de push ups, corpiños especiales, trucos de todo tipo y hasta hombreras en los soutiens, a principios de la década del ’90 las siliconas se democratizaron y el ingreso al quirófano paso a ser una opción posible para todas, no sólo para las divas del espectáculo.

Una nueva historia comienza
Paradójico. Hubo que esperar hasta la segunda década del siglo XXI, para recuperar un método sencillo y poco evolucionado que, parece, obra milagros.

En Tailandia, Khemmikka Na Songkhla utiliza una técnica para agrandar el tamaño de los pechos con golpecitos y cachetadas, un sistema que, dato importante si los hay, ya fue aprobado por el Gobierno de aquel país.
La especialista, de 44 años, es considerada la única persona en el mundo que conoce los secretos de este tratamiento a base de palmadas que las autoridades tailandesas certifican como una alternativa viable (y exitosa) a la cirugía plástica tradicional.

Desde su Bangkok natal, Khemmikka afirma que aprendió la técnica buscando maneras de agrandar su propio escote cuando era joven. Según afirma, en este intento frenético por sumar centímetros a sus pechos, un día su abuela la vio masajeándose con cremas y le propinó unos cuantos golpes en los senos. Luego de aplicarse algo de hielo para calmar el ardor, notó que sus pechos habían crecido.

Desde hace más de 20 años, la experta viene desarrollando esta técnica a la que llama “cachetadas terapéuticas”. ¿Y cómo funciona? "Si la paciente quiere un tratamiento para aumentar de busto, primero debo tomar las medida. Si el pecho mide unos noventa centímetros, lo registramos. Después del tratamiento, la medida habrá aumentado hasta 96 centímetros", dice la Khemmika.

Lejos de quirófanos, bisturíes, prótesis y dolorosos postoperatorios, este método propone un regreso a técnicas sencillas y, según su creadora, el gobierno tailandés y las mujeres que lo han realizado, súper seguro y efectivo.

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